Lidia Green

Para algunas personas como Lidia es difícil relacionarse con aquellos que la rodean, en este caso particular, no por retraimiento, sino más bien porque tienen una visión y forma de pensar distinta al de los demás, que puede fácilmente convertirse en simple apatía pomposa, y cuando las personas son tan semejantes entre si no es de extrañarse que se termine asqueado e insatisfecho con la vida, ya de ahí, la solución más simple es solo cambiar, no de personalidad si no de entorno, y es que después de todo, el problema son ellos y no ella. Lidia creció en Feli City, ciudad vecina de Necrópolis, lugar conocido por su hospitalidad y su amor a las buenas costumbres, algo que en concepto sonaría atrayente y motivo de admiracion especialmente en los tiempos que corren, claro, si eres un simple turista, ya que vivir ahí significa convivir con millones de personas cuyo optimismo y jovialidad llega a ser de lo más siniestra y desesperante, cosa que sin duda la escuálida joven sabia; le repugnaba ese espíritu tan alegre en sus compañeros, espíritu que para ella era totalmente falso, y que la llevaría a auto-marginarse, porque si algo tienen los felicitences es el deseo de relacionarse con cualquiera. Con el tiempo sus padres aceptarían que jamás lograría adaptarse, y pensaron que lo mejor sería mudarse a Necrópolis, lugar donde Lidia ha decidido tener un perfil bajo.

Un tanto tímida, bastante paranoica, lo cual al juntarse con su ya notorio pesimismo hace que por lo general este deprimida o simplemente estresada, aptitud que intentara cambiar ahora que su vida deja de ser de flores y sonrisas y empieza a desarrollarse en el perturbador entorno de Necrópolis, posiblemente siendo más amables pero a la vez un tanto apática. Su apariencia es notoriamente enfermiza, extremadamente delgada, y con una eterna cara de cansancio.

Nota: esta entrada fue modificada el día 30-12-2008.